domingo, 4 de diciembre de 2011

Deisidaimonia, superchería y reiki

Si echamos un vistazo a internet, vemos como la superchería copa la mayoría de las publicaciones. Esto hace preguntarme, dónde está la crítica a este aluvión de sandeces, dónde se esconde la voz de los capaces de pensar libremente. Por qué dejamos que esta banda de fanáticos campen a sus anchas y contaminen el conocimiento humano con esa charlatanería.

Ya he hablado sobre esto en otros post como el que dedique al reiki y otro en el que hice referencia a la new age. Ambas manifestaciones de esto que comento, aunque podríamos decir que la segunda engloba a la primera. Por nutrirse ambas del sincretismo, la new age es, si cabe, más ambiciosa.




El ser humano siempre ha buscando explicaciones a todo cuanto acontecía, cuando no las encontraba apelaba a los dioses o a fuerzas superiores. Todo quedaba desmentido una vez avanzaba el conocimiento humano. Así, por ejemplo, la estrella Sirio(que simboliza a la diosa Isis) no es la responsable de las crecidas del Nilo, ni los relámpagos son causa de la furia de Zeus. Cuando el conocimiento avanza la mitología,como portadora de la verdad, retrocede .

Pero una cosa es el intentar explicar hechos no comprensibles para el hombre, y otra, el total abandono de nuestro sino a fuerzas transcendentales. Esto no es más que un acto de cobardía, es la incapacidad de aceptar nuestra propia libertad y el anhelo   de encomendársela a otro. La libertad aterra a los más débiles, que ante la imposibilidad de creer en ellos mismos caen en el más absoluto nihilismo, pues no creer en uno mismo es como no creer en nada.

Cada vez son mayores las manadas de imbéciles, que aluden a la astrología para explicar la personalidad de otro, aumentan los que creen que una flor posee cierta "energía" que les va a solucionar sus problemas. Quiromancia, espiritismo, brujería, new age, reiki, chamanismo, falsos herederos de Brahamanismo, un una larga lista de etcéteras inundan la cultura popular con sus farsas y fantasías. Veo a la gente que se agolpa en estas agrupaciones como aquelarres en los que veneran a energías, puntos de concentración catárticos y demás sandeces. No me extrañaría encontrarlos en mitad del bosque invocando al Anikuni.

Es el miedo a su libertad lo que les domina, por eso se dejan subyugar por la primera superchería que se les presente. Más fácil ahora con los tiempos que corren, hay que tener cuidado con todas estas estafas, que como ya he comentado no son las únicas.No olvidemos a nuestros amigos de Ads Broker. He leído que las terapias energéticas ayudan, que el reiki ayuda, pero que tienes que creer en él. A un niño también le ayuda creer en Santa Claus, le da esperanza e ilusión, el problema es que está basada en algo que no existe. Una cosa es la capacidad sanadora del cerebro y otra la capacidad del hombre para creer tonterías. Parafraseando a Kant diré que sólo concibo dos cosas infinitas: el cielo estrellado sobre mis ojos y la estupidez humana.

Pero todo esto no se manifiesta sólo en las creencia populares, si echamos un vistazo al mundo literario y al cine, también nos vemos invadidos por la fantasía, tenemos a Crepúsculo, a Harry Potter, películas de Superhéroes día si y día no. Parece que nos vemos incapaces de asumir la realidad en la que vivimos y necesitamos evadirnos del mundo, como ratas que huyen del barco que se está hundiendo. Si un el mayor héroe de nuestros tiempos es un niño con gafas que echa rayos por un palito de madera, la verdad, se lo hemos puesto muy fácil a toda la comunidad energética.

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